Características de las castañas
La castaña es una especie que crece de forma natural en los países mediterráneos de Europa y Asia menor, especialmente en Italia, Francia, Grecia, España, Portugal y Turquía. El castaño requiere de climas templados y sin heladas tardías (noviembre), pero en estado de receso puede soportar -30ºC. Los requerimientos de frío para romper el receso invernal son bajos, como los de la Sierra de Béjar.
Las fechas de brotación y floración pueden variar entre 15 y 20 días según las temperaturas, siendo 8ºC la óptima para la brotación y 13.5ºC para la floración; temperaturas más bajas retrasan y las mayores las adelantan.
Tratamiento de las castañas
Aunque sus propiedades son poco conocidas, la castaña, saludable y energética, constituye el fruto seco ideal. Un mínimo porcentaje de grasa (2-3%), frente a otros frutos secos que pueden alcanzar el 50%, la hace muy adecuada en dietas para el control de colesterol. Destaca por la riqueza de carbohidratos, vitaminas (especialmente la C) y sales minerales.
Su gran contenido en potasio, por ejemplo, provoca una descarga renal de sodio favorable en los casos de arterioesclerosis y en enfermos renales que hacen dieta sin sal. A estas cualidades debemos sumar su valor gastronómico, aprovechado en multitud de usos culinarios. Cruda, asada o cocida; como tentempié, acompañamiento o postre; desde la tradicional calbotá hasta el marrón glacé, la castaña es protagonista en un amplio recetario tanto en la cocina popular como en la más innovadora.